Ucrania está dispuesta a un alto el fuego en la actual línea del frente, pero sin reconocer la pérdida de territorios a cambio de garantías de seguridad por parte de Estados Unidos y la posibilidad de unirse a la Unión Europea. El periódico italiano Corriere della Sera escribe sobre esto.
El presidente Volodymyr Zelenskyy llegó a Italia por segunda vez en un mes, donde planea reunirse con la primera ministra Georgia Maloney. Aceptó una invitación para visitar Roma la tarde del 9 de octubre, ya que la reunión de líderes en Ramstein no tuvo lugar. Durante su visita, Zelensky también se reunirá con el presidente francés Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo y visitará el Vaticano para reunirse con el Papa Francisco.
Esta actividad del presidente muestra su deseo de encontrar una solución que garantice la paz para Ucrania y la proteja de futuras agresiones de Rusia. Zelensky señaló que Ucrania tiene una oportunidad real de lograr la paz y la estabilidad ya en otoño e invierno. Destacó que la situación en el frente abre oportunidades para una acción decisiva para poner fin a la guerra para 2025.
Actualmente, las fuerzas ucranianas tienen una ventaja numérica en Donbass, pero la situación en torno a la invasión de la región de Kursk es compleja. La invasión, dicen los analistas, tenía como objetivo elevar la moral y obtener el apoyo de los aliados. Sin embargo, importantes fuerzas ucranianas se encontraron aisladas en el territorio de Rusia, lo que limita la posibilidad de asistencia en Donbás.
Zelensky está intentando convencer a los europeos de que actúen a nivel político. Sabe que no podrá renunciar oficialmente a los territorios ocupados, pero está dispuesto a un alto el fuego a lo largo de la línea actual, sin reconocer nuevas fronteras, a cambio de compromisos occidentales. Se trata de garantías de seguridad similares a las que Estados Unidos ha dado a Japón, Corea del Sur y Filipinas.
Sin embargo, estos esfuerzos se ven complicados por el hecho de que Vladimir Putin no está satisfecho con los territorios ya capturados. El Kremlin busca desestabilizar Ucrania y controlarla políticamente. El presupuesto de defensa de Rusia sigue creciendo y se prevé que alcance los 130.000 millones de dólares en 2025. Los ingresos por exportaciones de petróleo en 2024 superarán los niveles de antes de la guerra. En una situación en la que las sanciones no debilitan la maquinaria militar rusa, Putin no tiene motivos para iniciar conversaciones de paz.