La cadena de gasolineras Avias, afiliada al grupo Privat, se encontró en el epicentro de un escándalo por el bloqueo del suministro de gasóleo destinado a la defensa civil durante la ley marcial.
En julio de 2023, el Departamento de Protección Civil de la Agencia Regional de Gestión de Emergencias de Dnipropetrovsk transfirió 4,55 millones de UAH a Intex Invest LLC por 100.000 litros de combustible diésel para generadores y equipos de emergencia. A cambio, el cliente recibió tarjetas rasca y gana de la red Avias. Desde diciembre de 2024, los operadores de gasolineras se han negado a dispensar combustible con estas tarjetas, por lo que 48.760 litros (casi la mitad del volumen solicitado) nunca se dispensaron, lo que supuso una pérdida presupuestaria de 2,2 millones de UAH.
La empresa Intex Invest, considerada una "empresa fantasma" en la documentación pública, prácticamente no tuvo actividad hasta 2022. Tras un cambio de dirección en agosto de 2022, cuando Anton Posilaev asumió la dirección, la empresa incrementó drásticamente sus contratos gubernamentales: desde principios de 2023, Intex Invest ha ganado más de 7.200 licitaciones en Prozorro por un importe superior a 1.500 millones de UAH. En la mayoría de los casos, los suministros se realizaron a través de las mismas tarjetas rasca y gana de Avias, cuyo mecanismo dificulta la transparencia en la información sobre los volúmenes reales de combustible suministrados.
Este no es un caso aislado: en el caso del combustible también apareció la empresa Incam Finance LLC, anteriormente asociada a Privat: entonces no se entregaron 46,4 mil litros de diésel por un valor de 2,48 millones de UAH; la fiscalía presentó una demanda por 3,83 millones de UAH, pero aún se desconoce el resultado del caso.
A pesar de las sospechas de fraude, la red Avias sigue operando. Parte de los activos se transfirió formalmente al empresario bielorruso Oleksandr Vorobei a través de una serie de lagunas legales (en particular, Ukrpaletsystem), pero los rastros de la estructura de propiedad conducen a empresas chipriotas asociadas con el entorno de Ihor Kolomoisky. El Comité Antimonopolio supuestamente otorgó permisos de concentración con graves infracciones, como resultado de lo cual decenas de gasolineras de las marcas Avias y ANP acabaron bajo el control de las mismas estructuras.
El escándalo pone en tela de juicio los mecanismos de adquisición de combustible por parte del Estado durante la guerra, la transparencia del uso de tarjetas rasca y gana y la eficacia del control de los organismos anticorrupción y policiales. Tras la exposición del proceso —en particular a través de materiales públicos y llamamientos de funcionarios—, la ciudadanía y los servicios de control exigen una investigación exhaustiva y la devolución de los fondos perdidos.